El modernismo se extendió de manera muy profusa en las
artes
gráficas, tanto en la ilustración de libros y revistas (incluyendo la encuadernación, las cubiertas y los ex-libris) como en el cartelismo (carteles, pósters o affiches
publicitarios) y todo tipo de soportes: postales, paneles
decorativos, papel pintado, estampados textiles, etc.; así como en el diseño de tipos de
imprenta.
Cartel publicitario
para el impresor
Champenois,
de Alfonso Mucha
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Portada de Ver Sacrum, de Kolo Moser |
Cartel publicitario
para Le chat noir,
de Steinlein.
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La recompensa de la bailarina
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